viernes, 27 de febrero de 2009

Samuel Langhorne Clemens (1835-1910)

Mark Twain nació en la aldea de Florida, en Misuri ,en el año 1835, donde sus padres habían emigrado cerca de un próspero tío suyo, John. A los cuatro años, su familia se trasladó a la cercana Hannibal, puerto fluvial en el río Misisipi y allí realizó sus primeros estudios. Hannibal sirvió de inspiración para el pueblo ficticio de San Petersburgo en Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn.

Su padre murió de neumonía en marzo de 1847, cuando Twain tenía 11 años. Sin completar su educación, entró al año siguiente a trabajar como aprendiz en imprentas y llegó a ser tipógrafo.

Durante la Guerra de Secesión fue soldado de la Confederación, tras lo cual comienza un negocio de maderas y es minero de plata sin suerte en Nevada. En este estado, al que fue en compañía de su hermano, secretario del gobierno federal en tal territorio, comenzó a trabajar como periodista en 1862 en el Territorial Enterprise de Virginia City y, al año siguiente, comenzó a firmar con el seudónimo Mark Twain, apellido que en la zona del Misisipi significa dos brazas de profundidad.

Periodista y escritor

En San Francisco trabajó como periodista para el rotativo The Californian, pero fue despedido tras varias disputas con sus editores, que se negaban a publicar sus artículos más controvertidos. Entre ellos, uno sobre la discriminación hacia los chinos y otro sobre la brutalidad policial.

Tras quedarse sin trabajo y sin dinero, estuvo a punto de suicidarse. A partir de 1864 empezó a frecuentar a otros escritores, uno de ellos Artemus Ward, también humorista y conferenciante, que le animó y le enseñó el negocio de las conferencias. Soportó a duras penas a Bret Harte, con quien colaboró en algunos proyectos y al que acusó de abandonar a su esposa y ser un consumado timador.

Su relato “La rana saltarina del condado de Calaveras” (1865) le dio una súbita popularidad y ese mismo año firmó un contrato con el Sacramento Union para escribir una serie de cartas sobre el servicio de pasajeros de la línea de barcos de vapor entre San Francisco y Honolulu. En estas cartas aparece ya perfilado su estilo con una inimitable y mordaz ironía.

En 1867 viajó a Europa y Tierra Santa, aprovechando para escribir su libro de viajes Los inocentes en el extranjero (1869), donde explota humorísticamente y de manera epistolar por un lado, la decadencia, pretenciosidad y el aristocratismo antidemocrático europeos, y, por otro, el provincianismo paleto y la irreverencia de los estadounidenses en contacto con Europa. Con su habitual ironía afirmó: «He descubierto que no hay manera más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él».

En 1870 se casó con Olivia Langdon. Olivia era hija de un capitalista progresista que ayudó a escapar a muchos esclavos como parte de la red de liberación llamada Ferrocarril subterráneo. Al principio Olivia no prestó atención a Samuel pero, tras un año de cartas diarias, terminó por enamorarse de el.

Twain sigue escribiendo libros de viajes, como A tramp abroad (1880) y el clásico Vida en el Mississippi (1883), compuesto con materiales publicados o redactados que se centra un periodo de introspección sobre su infancia y juventud y en el que figuran los más valiosos libros narrativos del escritor: Las aventuras de Tom Sawyer (1876), Las aventuras de Huckleberry Finn (1884).

Ideas políticas y religiosas

Aunque su reputación como un autor popular opaca sus contribuciones como crítico social, Twain tenía puntos de vista fuertes sobre los temas políticos de su época. Mediante la familia de su esposa, Twain tuvo contacto con muchos progresistas bien colocados. Pasó los últimos 20 años de su vida como un «abierto portavoz antiimperialista y anticapitalista».

Ruina, fallecimiento y legado

Una inversión en un nuevo tipo de linotipia, la linotipia Paige, le arruinó completamente en el pánico de 1893, pero logró salir de los números rojos dando conferencias por todo Estados Unidos y en todo el mundo. Sobre esta experiencia publicó el libro de viajes Siguiendo el Ecuador (1897). Por entonces, convenció al presidente, Ulysses S. Grant, para que editase sus memorias.

Además de la bancarrota la desgracia se cebó en su familia. Su hija mayor, Susy, murió de meningitis, Livy se quedó inválida y otro hijo murió por un descuido suyo, como dolorosamente cuenta en su Autobiografía, traducida recientemente. Siempre luchando contra los apuros económicos, el escritor se sumió en un negro pesimismo y en una temible misantropía, de forma que incluso él mismo se dio cuenta de que lo que escribía por entonces era demasiado mordaz e impublicable para los parámetros de entonces y dejó instrucciones para que se editase tras su muerte.

Hizo un agotador viaje con su mujer por Sudáfrica, Calcuta, Australia y Nueva Zelanda dando conferencias, y se quedaron a vivir en Nueva York. Su mujer murió en Florencia en 1904 y seis años después murió súbitamente su hija. De este golpe apenas se recuperó y murió cuatro meses después, el 21 de abril de 1910, en Redding, Connecticut. Sólo sobrevivió una de sus hijas.

Fue reconocido mundialmente durante los últimos años de su vida, y recibió, entre otros, el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford (Reino Unido), en 1907.

Obras

La célebre rana saltarina del distrito de Calaveras (1865)

  • Los inocentes en el extranjero (1869), libro de viajes satírico.

  • Memorándum de Mark Twain: desde la galaxia (1871)

  • Una vida dura (también traducido como Pasando fatigas) (1872)

  • Un sueño raro (1872)

  • Cuentos humorísticos originales de Mark Twain (1872)

  • Los inocentes en su país (1872)

  • La edad dorada (1872)

  • Relatos cortos (1874)

  • Relatos cortos: nuevos y antiguos (1875)

  • Las aventuras de Tom Sawyer (1876), novelización sobre algunos personajes de la infancia del autor en Hannibal.

  • Viejos tiempos en el Misisipi (1876)

  • Los hechos relativos a la reciente orgía de crímenes en Connecticut (1877)

  • Una excursión tranquila (1878)

  • Taladrad, hermanos, taladrad (1878)

  • Los perros del ocaso (1878)

  • Un vagabundo en el extranjero (1880)

  • Una aventura curiosa (1881)

  • Príncipe y mendigo (1882), novela histórica.

  • El robo del elefante blanco (1882)

  • Vida en el Misisipi (1883), autobiográfica.

  • Las aventuras de Huckleberry Finn (1884), considerada la primera novela moderna de la literatura estadounidense.

  • Un yanqui en la corte del Rey Arturo (1889), fantasía histórica que encubre una crítica a la sociedad contemporánea.

  • Datos para reconstruir los recuerdos de Mark Twain (1891)

  • El conde estadounidense (1892)

  • Narraciones humorísticas (1892)

  • El billete de un millón de libras esterlinas (1893)

  • Tom Sawyer a través del mundo (1894)

  • Cabezahueca Wilson (1894), narración determinista cuyo fin es atacar la esclavitud.

  • Recuerdos personales de Juana de Arco (1896)

  • Tom Sawyer detective (1897)

  • Siguiendo el ecuador (1897), libro de viajes.

  • Los sinsabores de la vida humilde (1900)

  • El hombre que corrompió a una ciudad (1900)

  • Inglés como se lo enseñan (1901)

  • A la persona sentada en la oscuridad (1901)

  • Dos detectives ante un barril (1902)

  • Mi Primera Experiencia Literaria, con Otros Ensayos e Historias (1903)

  • Cuento de un perro (1904)

  • Extracto del diario de Adán (1904)

  • Soliloquio del rey Leopoldo: una defensa de su dominio del Congo (1905)

  • Diario de Adán y Eva (1906)

  • ¿Qué es el hombre? (1906)

  • Un legado de 30.000 dólares (1906)

  • La historia de un caballo (1907)

  • ¿Ha muerto Shakespeare? (1909)

  • El Jubileo de la reina Victoria (1910)

  • Carta a los pioneros de California (1911)

  • El forastero misterioso (1916)

  • La curiosa república de Gondour y otros extraños relatos cortos (1919)

  • Autobiografía (1924) póstuma.

Cuentos:

  • El corruptor de Hadleyburg (1899)

  • Oración de guerra (1905)

Frases:

  • Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.

  • Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa.

  • Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda.

  • Cuando era más joven podía recordar todo, hubiera sucedido o no.

  • Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña.

  • He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él.

  • Para lograr todo el valor de una alegría has de tener con quien repetirla.

  • Si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada.

  • El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena.

  • El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía.

  • Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

  • Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover.

  • Recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordáis y no os morderá. Esa es la diferencia más notable que hay entre un perro y un hombre.

  • La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer.

  • Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas.

  • La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga.

  • Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas.

  • Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.

  • Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva.

  • Al cumplir los setenta años me he impuesto la siguiente regla de vida: No fumar mientras duermo, no dejar de fumar mientras estoy despierto, y no fumar más de un solo tabaco a la vez.

  • La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas.

  • El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte.

  • La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.

  • El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir.

  • No puede el hombre sentirse a gusto sin su propia aprobación.

  • Sé virtuoso y te tendrán por excéntrico.

  • Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado.

  • Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación.

  • Si la verdad es nuestro más preciado tesoro, bien haremos en economizarla.

  • Es mejor ser un joven abejorro que una vieja ave del paraíso.

  • En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando lo tiene.

  • Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas.

  • Actúa siempre con acierto. Esto tranquilizará a algunas personas y asombrará al resto.

  • Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras.

Fuente:Wikipedia

Aca les dejo una recopilacion de cuentos que hice, son todos los que pude encontrar. AQUI